Today we encounter the beginning of the sermon on the plain, similar to the Sermon on the Mount it begins with a few of the beatitudes. However, I cannot help but notice the glaring difference between the1st line of the Sermon on the Mount in Matthew and the first line of the sermon on the plain in Luke. St. Matthew's Gospel states, "Blessed are the poor in spirit, for theirs is the kingdom of heaven." St. Luke's Gospel states, "Blessed are you who are poor, for the Kingdom of God is yours." The sermon on the Mount speaks to a narrower audience of those who were likely very poor, where as the Sermon on the plain was given to a much broader audience of people from all over the region and likely had much greater variation of economic levels. Jesus speaks more to the broader idea of poverty to those who are poor and speaks of blessing the poor to the wider more varied crowd. Secondly, notice how Jesus jumps from the beatitudes, in Luke to an indictment of the rich. "But woe to you who are rich, for you have received your consolation." Where as in the poorer crowd in Matthew, He skips over this indictment and instead gives the simile of being Salt of the earth and the Light of the world. Once again the woe to you rich would not have resonated with this poorer crowd and they needed to hear something far more uplifting than challenging. Is it not beautiful how Jesus adapts his sermons to speak directly to the hearts of His listeners?
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Hoy nos encontramos con el comienzo del sermón de la llanura, similar al Sermón de la Montaña, comienza con algunas de las bienaventuranzas. Sin embargo, no puedo dejar de notar la gran diferencia entre la primera línea del Sermón del Monte en Mateo y la primera línea del sermón de la llanura en Lucas. El Evangelio de San Mateo dice: "Dichosos los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos". El Evangelio de San Lucas dice: "Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios". El sermón del monte se dirige a una audiencia más reducida de aquellos que probablemente eran muy pobres, mientras que el sermón de la llanura se dio a una audiencia mucho más amplia de personas de toda la región y probablemente tenían una variación mucho mayor de los niveles económicos. Jesús habla más de la idea más amplia de la pobreza a los que son pobres y habla de bendecir a los pobres a la multitud más amplia y variada. En segundo lugar, observe cómo Jesús salta de las bienaventuranzas, en Lucas, a una acusación de los ricos. “Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo”. Donde como en la multitud más pobre en Mateo, Él pasa por alto esta acusación y en su lugar da el símil de ser la Sal de la tierra y la Luz del mundo. Una vez más, el ay de ustedes, los ricos, no habría resonado en esta multitud más pobre y necesitaban escuchar algo mucho más edificante que desafiante. ¿No es hermoso cómo Jesús adapta sus sermones para hablar directamente al corazón de sus oyentes?