St. Ignatius of Loyola is one of the saints that I find very inspiring. He was a soldier and after getting hit in the leg by a cannonball had a major renewal of the importance of his faith. He was recuperating in a religious hospital and the novels of knights and heroism that he liked to read were forbidden by the sisters tending to him and instead he was given the Gospels and the lives of the saints to read. Ignatius found the novels more enjoyable and entertaining to read but the pleasure disappeared very rapidly, and the reading did not stay with him. Alternatively, he did not like reading the scriptures and the lives of the saints as much but found that he would meditate on them and could not get these stories out of his head. In the end he realized a very important spiritual reality. We must be disciplined enough in our spiritual life to do what is best rather than simply indulging our immediate desires which may lead us farther from our goal of holiness. ............................................................................................................................................................. San Ignacio de Loyola es uno de los santos que encuentro muy inspirador. Era un soldado y después de recibir un disparo en la pierna con una bala de cañón tuvo una importante renovación de la importancia de su fe. Se estaba recuperando en un hospital religioso y las novelas de caballeros y heroísmo que le gustaba leer estaban prohibidas por las hermanas que lo atendían y, en cambio, le dieron los Evangelios y la vida de los santos para leer. Ignacio encontró las novelas más divertidas y entretenidas de leer, pero el placer desapareció muy rápidamente y la lectura no quedó con él. Alternativamente, no le gustaba tanto leer las Escrituras y las vidas de los santos, pero descubrió que meditaría en ellas y no podría sacar estas historias de su cabeza. Al final se dio cuenta de una realidad espiritual muy importante. Debemos ser lo suficientemente disciplinados en nuestra vida espiritual para hacer lo mejor en lugar de simplemente satisfacer nuestros deseos inmediatos que pueden llevarnos más lejos de nuestra meta de santidad.