St. Paul had quite a difficult visit to Iconium and Antioch. First teh Greeks mistake him for a god and try to worship him, then the Jews catch up to him and stone him, leaving him for dead. Despite these incredible hardships, Paul decided to return to Iconium and Antioch and encourage teh Christinas there to be faithful even in the midst of trials. They surely knew what had happened to him the last time he was in town. It is here that St Paul spoke his memorable line... "It is necessary for us to undergo many hardships to enter the Kingdom of God." St Paul knows this personally, in fact it seems like a huge understatement of what He himself has gone through! Paul would endure anything for the Kingdom of God, and he proves this by returning to where he was stoned and left for dead. Jesus in today's Gosepl says it best, "Do not let your hearts be troubled or afraid. You heard me tell you, 'I am going away and I will come back to you.' If you loved me, you would rejoice that I am going to the Father; for the Father is greater than I." Our goal is heaven, something this world cannot promise us and will not give us. Therefore let us live not for this world and its empty promises, but rather rejoice that our names are written in heaven. ............................................................................................................................................................. San Pablo tuvo una visita bastante difícil a Iconio y Antioquía. Primero los griegos lo confunden con un dios y tratan de adorarlo, luego los judíos lo alcanzan y lo apedrean, dejándolo por muerto. A pesar de estas increíbles dificultades, Pablo decidió regresar a Iconio y Antioquía y animar a las cristianas allí a ser fieles incluso en medio de las pruebas. Seguramente sabían lo que le había pasado la última vez que estuvo en la ciudad. Es aquí donde San Pablo pronunció su frase memorable... "Hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios". San Pablo sabe esto personalmente, de hecho, ¡parece una gran subestimación de lo que Él mismo ha pasado! Pablo soportaría cualquier cosa por el Reino de Dios, y lo demuestra al regresar a donde fue apedreado y dado por muerto. Jesús en el Gosepl de hoy lo dice mejor: "No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir: 'Me voy, pero volveré a su lado'. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo". Nuestra meta es el cielo, algo que este mundo no puede prometernos y no nos dará. Por lo tanto, no vivamos para este mundo y sus promesas vacías, sino más bien alegrémonos de que nuestros nombres están escritos en los cielos.