I am constantly amazed at the majesty and beauty of our Faith. So many difficulties, so many challenges yet through it all God has never left our side. He sustains us and strengthens us and gives us every grace necessary. He gives us sacraments that we know he is here, and we are not alone. He gives us His church that we may have guide to help us along the path to holiness and salvation. He gives us companions to walk with us along the way, men and women who have figured out how to navigate through this world to heaven and who pray and intercede for us to become saints like them. God longs for us to Know Him, to Love Him, to Serve Him and others with great love and in the end of our days to Be With Him forever in heaven. This is the Church and why it exists. To help each and every single person to get to heaven. This is why we teach our Faith to others; that they may know how loved they are, and to know Him who loves them so well. I have always told our catechists and teachers that if you just do one thing this year it will be enough. What is that one thing? Simply show your students how much you Love Jesus! If you can show them by your enthusiasm, your example that you really love Jesus, they will want to know Him and Love him too. God is so wonderfully beautiful and inspiringly good. It is delighted to get to know Him who loves us so perfectly. A special word of thank you to all of our catechists, volunteers and parents who are helping to inspire the next generation to love God and to their neighbor. ............................................................................................................................................................. Constantemente me asombra la majestad y la belleza de nuestra Fe. Tantas dificultades, tantos desafíos, pero a pesar de todo, Dios nunca se ha apartado de nuestro lado. Él nos sostiene y fortalece y nos da todas las gracias necesarias. Nos da los sacramentos por medio de los cuales sabemos que está aquí y que no estamos solos. Él nos da su iglesia para que tengamos una guía que nos ayude en el camino hacia la santidad y la salvación. Él nos da compañeros para caminar con nosotros en el camino, hombres y mujeres que han descubierto cómo navegar por este mundo hacia el cielo y que oran e interceden para que nos convirtamos en santos como ellos. Dios anhela que lo conozcamos, lo amemos, lo sirvamos a Él y a los demás con gran amor y, al final de nuestros días, estemos con El para siempre en el cielo. Esta es la Iglesia y por qué existe. Para ayudar a todas y cada una de las personas a llegar al cielo. Por eso enseñamos nuestra fe a los demás; para que sepan cuán amados son y conozcan a Aquel que los ama tanto. Siempre les he dicho a nuestros catequistas y maestros que, si solo hacen una cosa este año, será suficiente. ¿Qué es esa única cosa? ¡Simplemente muestre a sus alumnos cuánto ama a Jesús! Si puedes mostrarles con tu entusiasmo, tu ejemplo de que realmente amas a Jesús, ellos querrán conocerlo y amarlo también. Dios es tan maravillosamente bello e inspiradoramente bueno. Es un placer conocer a Aquel que nos ama tan perfectamente. Un agradecimiento especial a todos nuestros catequistas, voluntarios y padres que están ayudando a inspirar a la próxima generación a amar a Dios y al prójimo.