Today we celebrate the feast day of the Holy Martyrs of Vietnam, St. Andrew Dung-Lac and companions. These are 117 Christians who died for their faith in the 17th and 18th centuries in Vietnam. There were 21 missionaries from Spain and France as well as 96 men and women from Vietnam… 50 were priests, and there were 8 bishops who were all martyred. St. Andrew Dung-Lac was diocesan priest of Northern Vietnam. Andrew was arrested on several different occasions, tortured each time. His congregation would purchase his release only to find a few years later that he was arrested again, tortured and then finally beheaded in the late 1820s. Many Christians were forced to renounce their faith in Jesus or be tortured and killed. Many hid, but authorities would reward informants with large sums of money to reveal where Christians hid. In turn, many Christians bribed the regime for the safe release of captured Christians. At one point the 1/3rd of the entire budget of the French Jesuits in Vietnam was used for purchasing the release of Christians. As one priest once put it, "the faith rooted in Vietnam’s soil proves hardier than the forces that willed to destroy it." St. Andrew Dung-Lac and companions, pray for us. ............................................................................................................................................................. Hoy celebramos la fiesta de los Santos Mártires de Vietnam, San Andrés Dung-Lac y loscompañeros. Se trata de 117 cristianos que murieron por su fe en los siglos XVII y XVIII en Vietnam. Había 21 misioneros de España y Francia, así como 96 hombres y mujeres de Vietnam… 50 eran sacerdotes y había 8 obispos que fueron todos martirizados. St. Andrew Dung-Lac fue sacerdote diocesano del norte de Vietnam. Andrew fue arrestado en varias ocasiones diferentes, torturado cada vez. Su congregación compraría su liberación solo para descubrir unos años más tarde que fue arrestado nuevamente, torturado y finalmente decapitado a fines de la década de 1820. Muchos cristianos se vieron obligados a renunciar a su fe en Jesús o fueron torturados y asesinados. Muchos se escondieron, pero las autoridades recompensaban a los informantes con grandes sumas de dinero para revelar dónde se escondían los cristianos. A su vez, muchos cristianos sobornaron al régimen para la liberación segura de los cristianos capturados. En un momento, la tercera parte del presupuesto total de los jesuitas franceses en Vietnam se utilizó para comprar la liberación de cristianos. Como dijo una vez un sacerdote, "la fe arraigada en el suelo de Vietnam resulta más resistente que las fuerzas que quisieron destruirlo". San Andrés Dung-Lac y los compañeros, ruegan por nosotros.