in Today's Gospel Jesus says, "Take care to guard against all greed, for though one may be rich, one’s life does not consist of possessions." This leads me to wonder, what does our life consist of then if not riches, possessions, etc.? What makes life worth living? Some may say, "happiness" or others "love". Jesus gives us a hint at the end of the passage when He refers to the need to be rich in what matters to God. What matters to God? Union... being together with God in for all eternity, Entering into the union of God's love. This what is absent in hell. Hell is solitary, lonely, and being complete abandoned, forgotten, apart from all that is good. Heaven is the exact opposite. It is the joy of union with the Good, union with others in the loving embrace of God. It is community and true togetherness. Riches and wealth is neither good nor bad because it is how they are used that matters. Do they draw us away from others, or towards others? Do we seek our own comfort or the good of those around us? Do we feel self-reliant upon our riches or do we recognize our need for God and for others?
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En el Evangelio de hoy Jesús dice: “Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea”. Esto me lleva a preguntarme, ¿en qué depende entonces nuestra vida si no en riquezas, posesiones, etc.? ¿Qué hace que vale la pena vivir? Algunos dirán “felicidad” y otros “amor”. Jesús nos da una señal al final del pasaje cuando se refiere a la necesidad de ser rico de lo que vale a Dios. ¿Qué le vale a Dios? La Unión... estar juntos con Dios por toda la eternidad, entrar en la unión del amor de Dios. Esto es lo que está ausente en el infierno. El infierno es soledad, soledad, estar completamente abandonado, olvidado, apartado de todo lo que es bueno. El cielo es exactamente lo opuesto. Es la alegría de la unión con el Bien, la unión con los demás en el abrazo amoroso de Dios. Es comunidad y verdadera unión. Las riquezas y los bienes no son ni buenos ni malos porque lo que importa es cómo se usan. ¿Nos alejan de los demás o nos acercan a los demás? ¿Buscamos nuestra propia comodidad o el bien de quienes nos rodean? ¿Nos sentimos autosuficientes gracias a nuestras riquezas o reconocemos nuestra necesidad de Dios y de los demás?