In 431 the 3rd Ecumenical Council of the Bishops and the Pope took place in a town called Ephesus. Ephesus is most likely the City where Mary lived with St. John the Apostles near the end of her life on earth. It was in this city, one of the last places the Blessed Virgin Mary walked on this earth, that the First Council of Ephesus declared the Virgin Mary could to be called "Theotokos", a Greek word that means "God-bearer" (the one who gave birth to God). It was in honor of this decision and this title of Mary that Pope Sixtus III consecrated St. Mary Major on August 5, 434. Why do we still celebrate today the consecration of this great papal basilica that took place over 1500 years ago? Simply because our history and our salvation is wrapped up in Mary's "Yes" to become the Mother of God. Her "Yes" became all of ours "Yes" and at the same time she became the Mother of Jesus, she also acted upon behalf of humanity to accept Christ into our humanity. ................................................................................................................................................................. En 431, el Tercer Consejo Ecuménico de los Obispos y el Papa tuvo lugar en una ciudad llamada Éfeso. Es muy probable que Éfeso sea la ciudad donde María vivió con San Juan Apóstoles cerca del final de su vida en la tierra. Fue en esta ciudad, uno de los últimos lugares donde la Santísima Virgen María caminó sobre esta tierra, que el Primer Concilio de Éfeso declaró que la Virgen María podría llamarse "Theotokos", una palabra griega que significa "portador de Dios" (el uno que dio a luz a Dios). Fue en honor a esta decisión y a este título de María que el Papa Sixto III consagró a Santa María la Mayor el 5 de agosto de 434. ¿Por qué todavía celebramos hoy la consagración de esta gran basílica papal que tuvo lugar hace más de 1500 años? Sencillamente porque nuestra historia y nuestra salvación está envuelta en el "Sí" de María para convertirse en Madre de Dios. Su "Sí" se convirtió en todos nuestros "Sí" y al mismo tiempo que se convirtió en la Madre de Jesús, también actuó en nombre de la humanidad para aceptar a Cristo en nuestra humanidad.