The book of Ezekiel is filled with vivid and at times quite shocking imagery. He uses everyday examples and describes things in such a realistic manner that it makes His lessons very hard to forget. Today we hear of the shocking and sudden death of Ezekiel's wife. God tells him that something tragic is about to happen and that he does not want him to go into mourning or "shut down" and close in on himself. He tells him to keep his head covered, not observe the proper ritual meal of mourning. Why? Because when the people come to ask Ezekiel why he is acting so strangely and refusing to follow the customary rites of mourning, he is charged by God to tell all of Israel that the same is going to happen to them. The fall of Jerusalem is going to be so sudden and final that all the exiles will have no time to go into mourning.Though this way of teaching a lesson through Ezekiel seems horrible and almost barbaric, it is also deeply memorable. His state is not meant to be taken for a normal response but rather the response of one who did not really love his wife "properly" as Israel has not been a faithful spouse to their covenant with God. Wow, what a powerful, scary, and vivid image that quickly makes us question our fidelity to our relationship with God. You may think "poor Ezekiel", but I think that Ezekiel would probably say "poor Israel!" It reminds me of a prayer written by St. John Eudes... "O Heart all loveable and all loving of my Savior, be the Heart of my heart, the Soul of my soul, the Spirit of my spirit, the Life of my life and the sole principle of all my thoughts, words and actions, of all the faculties of my soul and of all my senses, both interior and exterior. Amen."
................................................................................................................................................................
El libro de Ezequiel está lleno de imágenes vívidas y, a veces, bastante impactantes. Usa ejemplos cotidianos y describe las cosas de una manera tan realista que hace que Sus lecciones sean muy difíciles de olvidar. Hoy nos enteramos de la impactante y repentina muerte de la esposa de Ezequiel. Dios le dice que algo trágico está a punto de suceder y que no quiere que se ponga de luto o que se "cierre" y se encierre en sí mismo. Le dice que mantenga la cabeza cubierta, que no observe la comida ritual apropiada de duelo. ¿Por qué? Porque cuando la gente viene a preguntarle a Ezequiel por qué está actuando de manera tan extraña y se niega a seguir los ritos habituales de duelo, Dios le encarga que le diga a todo Israel que les va a pasar lo mismo. La caída de Jerusalén va a ser tan repentina y definitiva que todos los exiliados no tendrán tiempo de ponerse de luto. Aunque esta forma de enseñar una lección a través de Ezequiel parece horrible y casi bárbara, también es profundamente memorable. Su estado no debe tomarse como una respuesta normal, sino más bien como la respuesta de alguien que realmente no amaba a su esposa "correctamente", ya que Israel no ha sido un cónyuge fiel a su pacto con Dios. Guau, qué imagen tan poderosa, aterradora y vívida que nos hace cuestionar rápidamente nuestra fidelidad a nuestra relación con Dios. Tal vez pienses "pobre Ezequiel", pero creo que Ezequiel probablemente diría "¡pobre Israel!". Me recuerda una oración escrita por San Juan Eudes... "Oh Corazón todo amado y todo amante de mi Salvador, sé el Corazón de mi corazón, el Alma de mi alma, el Espíritu de mi espíritu, la Vida de mi vida y el único principio de todos mis pensamientos, palabras y acciones, de todas las facultades de mi alma y de todos mis sentidos, tanto interiores como exteriores. Amén ". - San Juan Eudes