In Today's Gospel, we continue to read the Priestly Prayer of Jesus. Yesterday we heard Jesus consecrate (ordain) the apostles. Today Jesus shifts the focus of His prayer from the ones whom he is ordaining to the the ones who the apostles will serve. "I pray not only for these, but also for those who will believe in me through their word, so that they may all be one, as you, Father, are in me and I in you, that they also may be in us, that the world may believe that you sent me." It is not enough to just ordain these men, Jesus must also bless their mission those to whom they will be preaching the Gospel. Jesus identifies the problem. "Righteous Father, the world also does not know you, but I know you, and they know that you sent me." This issue is that the world does not yet know the One true God and Jesus Christ His Son whom he sent into the world to bring those in the world to the Father. Know that the apostles know who Jesus is and where He has come from, they are able to carry on this mission. Thus it is time for Jesus to return to the Father and for the Church to now become the means of leading all of us back to Him. Seems like a daunting task... and it would be, if it were not for the Holy Spirit that Jesus is sending them. .............................................................................................................................................................. En el Evangelio de hoy, continuamos leyendo la Oración sacerdotal de Jesús. Ayer escuchamos a Jesús consagrar (ordenar) a los apóstoles. Hoy Jesús cambia el enfoque de Su oración de aquellos a quienes está ordenando a aquellos a quienes servirán los apóstoles. "Padre, no sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que van a creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado". No es suficiente con ordenar a estos hombres, Jesús también debe bendecir su misión a aquellos a quienes predicarán el Evangelio. Jesús identifica el problema. "Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y éstos han conocido que tú me enviaste". Este problema es que el mundo aún no conoce al Único Dios verdadero y a Jesucristo su Hijo, a quien envió al mundo para traer a los del mundo al Padre. Sepan que los apóstoles saben quién es Jesús y de dónde viene, ellos son capaces de llevar a cabo esta misión. Por tanto, es hora de que Jesús regrese al Padre y de que la Iglesia se convierta ahora en el medio para llevarnos a todos de regreso a Él. Parece una tarea mas o menos imposible ... y lo sería, si no fuera por el Espíritu Santo que Jesús los está enviando.