Pride, it is so insidious and destructive. It is pride that made Naaman angry enough to walk away from Elisha and the healing offered to him by the Lord. Praise God he had some servants who loved him enough to challenge him to see his own pride and to turn away from the temptation. It was pride that led the people in Nazareth to reject Jesus and when Jesus loved them enough to point out their hypocrisy and pride, then they tried to kill him. Pride it is a a terribly destructive temptation to take ones self so seriously that you can only see the world from your own limited perspective; you rely only upon your own knowledge, and work towards your own desires and wants. Pride distorts ones perspective and how they view the world, which is why the remedy is to listen to to another. Humility is the realization of our won limitations and seeing ourselves as we really are, ultimately through the eyes of God. Naaman listened to his servants and gained perspective on himself and on the situation; hence his temptation to be prideful vanished. This was not the case for the people in the synagogue in Nazareth. Their pride was intensified by their ignoring of Jesus' warning to them. ............................................................................................................................................................. Orgullo, es tan insidioso y destructivo. Es el orgullo lo que hizo que Naamán se enojara lo suficiente como para alejarse de Eliseo y de la sanidad que el Señor le ofreció. Alabado sea Dios, tenía algunos sirvientes que lo amaban lo suficiente como para desafiarlo a ver su propio orgullo y alejarse de la tentación. Fue el orgullo lo que llevó a la gente de Nazaret a rechazar a Jesús y cuando Jesús los amó lo suficiente como para señalar su hipocresía y orgullo, entonces trataron de matarlo. El orgullo es una tentación terriblemente destructiva de tomarse uno mismo tan en serio que solo se puede ver el mundo desde nuestra propia perspectiva limitada; confías solo en tu propio conocimiento y trabajas para lograr tus propios deseos y necesidades. El orgullo distorsiona la perspectiva y la forma de ver el mundo, por eso el remedio es escuchar al otro. La humildad es la realización de nuestras limitaciones ganadas y vernos como realmente somos, en última instancia, a través de los ojos de Dios. Naamán escuchó a sus sirvientes y ganó perspectiva sobre sí mismo y sobre la situación; por lo tanto, su tentación de ser orgulloso se desvaneció. Este no fue el caso de la gente en la sinagoga de Nazaret. Su orgullo se intensificó al ignorar la advertencia de Jesús.