Jesus’ encounter of the Samaritan woman at the well is the longest conversation ever recorded with Jesus. It is truly remarkable not for its length but rather for its tenderness. He offers her not chastisement, but rather love. He engages in conversation with her, helps assuage her suspicion and fear. Then he opens Himself to her. It is the decency and dignity of His invitation that strikes me most. Jesus does not judge her. He states facts about her past, but without malice in his heart. He simply loves her and in this love is an invitation to see herself as loveable. Once we realize truly how loved we are then we cannot help but respond with love and excitement. The passage ends with her discipleship. She goes and brings others to Jesus. She who was judged and ostracized became the instrument of those same people’s conversion. ............................................................................................................................................................. El encuentro de Jesús con la mujer samaritana en el pozo es la conversación más larga jamás registrada con Jesús. Es verdaderamente notable no por su longitud sino por su ternura. Él no le ofrece castigo, sino amor. Él inicia una conversación con ella, ayuda a disipar sus sospechas y miedos. Entonces él se abre a ella. Es la decencia y la dignidad de Su invitación lo que más me sorprende. Jesús no la juzga. Él declara hechos sobre su pasado, pero sin malicia en su corazón. Él simplemente la ama y en este amor es una invitación a verse a sí misma como amable. Una vez que nos damos cuenta verdaderamente de lo amados que somos, no podemos evitar responder con amor y entusiasmo. El pasaje termina con su discipulado. Ella va y lleva a otros a Jesús. Ella, que fue juzgada y condenada al ostracismo, se convirtió en instrumento de la conversión de ese mismo pueblo.