Today at 6:00pm I will be offering a mass of Thanksgiving on he 18th Anniversary of my Ordination to the Priesthood. How quickly time flies. It was 18 years ago today that Bishop Loverde ordained me a priest in St. Thomas More Cathedral. After 18 years of serving the Lord and His people as a priest, I can tell you that I am happier now as a priest of God, than I ever have been in my entire life. It is such a privilege and an honor to serve you all. I am humbled to walk with you in moments of great trial and suffering, as well as, in moments of stupendous joy and happiness. Serving you, the flock that has been entrusted to my care, is deeply rewarding. To celebrate masses, hear confessions, intercede on your behalf in prayer throughout the day; I find it all deeply rewarding. To offer masses for your loved ones who have passed or to prepare, you, couples for Holy Matrimony, to get to know each of you individually and for all of us collectively to journey ever closer to the heart of Christ; this is the beauty and the privilege of my life. If I had know back in 1998 when I first entered the seminary, what I know now, I would absolutely 100%... do it all again! Thank you for your prayers and for letting me be apart of your lives. You all mean so much to me! Thank you, God, for the life you have called me to give. I give myself to You and Your people freely, completely and generously... and it is truly a blessing for me to be Your priest. ............................................................................................................................................................. Hoy a las 6:00 pm ofreceré una misa de Acción de Gracias en el 18º aniversario de mi ordenación al sacerdocio. Qué rápido pasa el tiempo. Hoy hace 18 años que el obispo Loverde me ordenó sacerdote en la catedral de St. Thomas More. Después de 18 años de servir al Señor y a su pueblo como sacerdote, puedo decirles que ahora soy más feliz como sacerdote de Dios que nunca en toda mi vida. Es un privilegio y un honor servirlos a todos. Me siento honrado de caminar contigo en momentos de gran prueba y sufrimiento, así como en momentos de estupenda alegría y felicidad. Servirle a usted, el rebaño que ha sido confiado a mi cuidado, es profundamente gratificante. Para celebrar misas, escuchar confesiones, interceder en su nombre en oración durante todo el día; Lo encuentro todo profundamente gratificante. Ofrecer misas por los seres queridos que han fallecido o prepararlos a ustedes, los matrimonios, para el Santo Matrimonio, para conocerlos a cada uno de ustedes individualmente y para todos colectivamente para caminar cada vez más cerca del corazón de Cristo; esta es la belleza y el privilegio de mi vida. Si hubiera sabido en 1998, cuando entré por primera vez al seminario, lo que sé ahora, lo haría absolutamente al 100% ... ¡lo haría todo de nuevo! Gracias por sus oraciones y por permitirme ser parte de sus vidas. ¡Todos ustedes significan mucho para mí! Gracias, Dios, por la vida que me has llamado a dar. Me entrego a Ti y a Tu pueblo libre, completa y generosamente ... y es una verdadera bendición para mí ser Tu sacerdote.