Today is a holy day of obligation. It is the Solemnity of the Immaculate Conception of the Blessed Virgin Mary. This is a day when we celebrate that Mary was free from the stain of Original Sin from the moment that she was conceived in the womb of her mother, St. Ann. I always enjoy reading the Annunciation in Luke's Gospel. Not only is it such an amazing moment in the history of the world, it is also told in such away that really engages my imagination. The 14 year old Mary having this incredibly grace filled moment in prayerful engagement of the Angel Gabriel, where her world is turned upside down in just a few sentences. Though she is confused and probably nervous, I see a young woman of great strength. She ponders what the Angel is saying to her and she finds she has no answers only questions; yet she accepts this new role without really knowing what she going to be asked to endure and certainly without knowing what to do. If Mary had to be prepared to receive the Christ-child in her womb, how much more should we this Advent also prepare ourselves to receive Him? ............................................................................................................................................................. Hoy es un día santo de precepto. Es la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Este es un día en el que celebramos que María quedó libre de la mancha del Pecado Original desde el momento en que fue concebida en el vientre de su madre, Santa Ana. Siempre disfruto leyendo la Anunciación en el Evangelio de Lucas. No solo es un momento increíble en la historia del mundo, sino que también se cuenta de tal manera que realmente atrae mi imaginación. María, de 14 años, tiene este momento increíblemente lleno de gracia en el compromiso de oración del ángel Gabriel, donde su mundo se pone patas arriba en solo unas pocas oraciones. Aunque está confundida y probablemente nerviosa, veo a una mujer joven de gran fortaleza. Ella reflexiona sobre lo que el Ángel le está diciendo y descubre que no tiene respuestas, solo preguntas; sin embargo, acepta este nuevo papel sin saber realmente lo que le van a pedir que soporte y ciertamente sin saber qué hacer. Si María tuvo que estar preparada para recibir al Niño Jesús en su seno, ¿cuánto más nosotros este Adviento debemos prepararnos también nosotros para recibirlo?