In this 2nd Sunday of Advent, we are reminded by our readings to Hope. Our First Reading is taken from the book of Baruch. Baruch was the secretary or scribe of the prophet Jeremiah. In a time of desperation, defeat, and exile from Jerusalem, when the spirits of the Jewish exiles were at their lowest, Baruch delivers these speeches filled with hope and expectation of the coming of the long awaited Messiah. “Up, Jerusalem! Stand upon the heights; look to the east and see your children gathered from the east and the west at the word of the Holy One, rejoicing that they are remembered by God.” Baruch is instilling Hope in the people of God. They are not forgotten nor abandoned. They are not alone and without help. We hear the same message of hope from our Gospel Passage today. "Prepare the way of the Lord, make straight his paths. Every valley shall be filled and every mountain and hill shall be made low. The winding roads shall be made straight, and the rough ways made smooth, and all flesh shall see the salvation of God." This 2nd Sunday of Advent is all about removing the obstacles between us and Jesus, to make straight His path. John the Baptist wants us to do this by seeking God's forgiveness. Christ is coming and we must be ready to meet Him. ............................................................................................................................................................. En este segundo domingo de Adviento, nuestras lecturas nos recuerdan de la Esperanza. Nuestra primera lectura está tomada del libro de Baruc. Baruc era el secretario o escriba del profeta Jeremías. En un momento de desesperación, derrota y exilio de Jerusalén, cuando los espíritus de los judíos exiliados estaban en su punto más bajo, Baruc pronuncia estos discursos llenos de esperanza y expectativa de la venida del Mesías tan esperado. “Ponte de pie, Jerusalén, sube a la altura, levanta los ojos y contempla a tus hijos, reunidos de oriente y de occidente, a la voz del espíritu, gozosos porque Dios se acordó de ellos”. Baruc está inculcando esperanza en el pueblo de Dios. No se ha olvidado de ellos ni los ha abandonado. No están solos y sin ayuda. Hoy escuchamos el mismo mensaje de esperanza de nuestro Evangelio. "Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos. Todo valle será rellenado, toda montaña y colina, rebajada; lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán allanados y todos los hombres verán la salvación de Dios.". Este segundo domingo de Adviento se trata de eliminar los obstáculos entre nosotros y Jesús, para enderezar Su camino. Juan el Bautista quiere que hagamos esto buscando el perdón de Dios. Cristo viene y debemos estar listos para encontrarlo.