"You shall love the Lord, your God, with all your heart, with all your soul, and with all your mind." St. Bernard of Clairvaux frequently reflected upon and wrote about Love. He has written an entire treatise on Loving God and has 86 sermons commenting on the Song of Songs. “Let him kiss me with the kisses of his mouth!” Song of Songs 1:2 In his 3rd sermon, St. Bernard sees this as an essential passage and puts it in the context of our Longing for Christ. "In the dawn you brought me proof of your love, in my first approach to kiss your revered feet you forgave my evil ways as I lay in the dust. With the advancement of the day you gave your servant reason to rejoice when, in the kiss of the hand, you imparted the grace to live rightly. And now what remains, O good Jesus, except that suffused as I am with the fullness of your light, and while my spirit is fervent, you would graciously bestow on me the kiss of your mouth, and give me unbounded joy in your presence." - St. Bernard ............................................................................................................................................................. "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente". San Bernardo de Claraval con frecuencia reflexionaba y escribía sobre el amor. Ha escrito un tratado completo sobre Amar a Dios y tiene 86 sermones que comentan sobre el Cantar de los Cantares. "¡Que me bese con los besos de su boca!" Cantar de los Cantares 1: 2 En su tercer sermón, San Bernardo ve esto como un pasaje esencial y lo pone en el contexto de nuestro anhelo de Cristo. "En la madrugada me trajiste la prueba de tu amor, en mi primer acercamiento a besar tus venerados pies perdonaste mis malos caminos mientras yacía en el polvo. Con el avance del día le diste a tu siervo un motivo de regocijo cuando, en el beso de la mano, me diste la gracia de vivir con rectitud. Y ahora lo que queda, oh buen Jesús, excepto que, como yo, estoy impregnado de la plenitud de tu luz, y mientras mi espíritu es ferviente, amablemente me concederías el beso. de tu boca, y dame un gozo ilimitado en tu presencia ". - San Bernardo