"Let the children come to me, and do not prevent them; for the Kingdom of heaven belongs to such as these." This is a passage that I reflect upon often in the context of Baptism. What is that hinders the children from coming to Christ? In His own example, it the apostles, the modern day bishops and priests who are preventing the children from coming to Jesus. The children are welcome! Parents bring your children. Do not fear when they act their age, when they cry, or even scream. They are welcome. In fact, when they are young is the most important time to bring them, and let them become familiar with the house of God and our liturgies, let them look on curious eyes and to explore what is happening in their own way. Do not hinder them lest you find yourselves being rebuked by Jesus. Let the children come and slowly and patiently train them in what they are seeing and hearing... teach them how to respond and to encounter the God of Love. If a priest ever tells you differently, know that Jesus is already rebuking him. ........................................................................................................................................................ “Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos”. Este es un pasaje sobre el que reflexiono a menudo en el contexto del bautismo. ¿Qué es lo que impide que los niños vengan a Cristo? En Su propio ejemplo, son los apóstoles, los obispos y sacerdotes modernos quienes impiden que los niños vengan a Jesús. ¡Los niños son bienvenidos! Los padres traen a sus hijos. No temas cuando actúen según su edad, cuando lloren o incluso griten. Ellos son bienvenidos. De hecho, cuando son jóvenes es el momento más importante para traerlos, y dejar que se familiaricen con la casa de Dios y nuestras liturgias, que miren con ojos curiosos y que exploren lo que está sucediendo a su manera. No les impidan, puedes ser reprendido por Jesús. Dejen que los niños vengan y edúquenlos lenta y pacientemente en lo que están viendo y escuchando... enséñenles cómo responder y encontrar al Dios del Amor. Si alguna vez un sacerdote te dice lo contrario, debes saber que Jesús ya lo está reprendiendo.