The Feast of the Ascension reminds me always of 3 distinct truths of our Faith. Jesus, though fully human and fully divine in his nature, is the 2nd person of the Most Holy Trinity, the Son of God and His home is not here on this earth. Jesus is the Divine Son sent here to lead us back to Heaven. Since one cannot lead another unless they go before them, Christ had to go first. Thus the Ascension reminds me, firstly that Jesus is God and returned to the Father from whom He came. Secondly, it is a reminder that we too do not have this world as our home, but rather have been created for eternity with the Father in heaven as well. We are destined to follow Christ to our eternal home. Finally, thirdly, the Ascension reminds me that while we are here in this earthly realm; we have a job to do, a mission given to us by Christ. We are to go out and Baptize all the nations, in the Name of the Father and the Son and the Holy Spirit. This is a mission as St. John Paul II says is "ad gentes" to all the people. The true universality of the Church of Christ is that all people everywhere have been saved by Christ and it is our mission to bring Christ to all. ............................................................................................................................................................ La Fiesta de la Ascensión me recuerda siempre tres verdades distintas de nuestra Fe. Jesús, aunque completamente humano y completamente divino en su naturaleza, es la segunda persona de la Santísima Trinidad, el Hijo de Dios y Su hogar no está aquí en esta tierra. Jesús es el Hijo Divino enviado aquí para llevarnos de regreso al Cielo. Puesto que uno no puede guiar a otro a menos que vaya delante de él, Cristo tenía que ir primero. Así, la Ascensión me recuerda, en primer lugar, que Jesús es Dios y regresó al Padre de quien vino. En segundo lugar, es un recordatorio de que nosotros tampoco tenemos este mundo como nuestro hogar, sino que también hemos sido creados para la eternidad con el Padre que está en el cielo. Estamos destinados a seguir a Cristo hasta nuestro hogar eterno. Finalmente, en tercer lugar, la Ascensión me recuerda que mientras estemos aquí en este reino terrenal; tenemos un trabajo que hacer, una misión que nos ha dado Cristo. Debemos salir y Bautizar a todas las naciones, en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Esta es una misión que, como dice San Juan Pablo II, es "ad gentes" para todo el pueblo. La verdadera universalidad de la Iglesia de Cristo es que todas las personas en todas partes han sido salvadas por Cristo y nuestra misión es llevar a Cristo a todos.