Our 1st reading from the prophet Ezekiel reminds us that God flips things around, He does things His way, "bring low the high tree, lift high the lowly tree, wither up the green tree, and make the withered tree bloom." Jesus teaches us something similar in our Gospel today, when He says that the smallest seeds becomes the largest of plants. Both of these are metaphors for God choosing the humblest of people and turning them by His grace into a great nation, a chosen people. But it is by God's hand that this has been done, not by our own efforts. Does the one who sows the seed make the plant grow? Do we call men growers? No we call them planters, harvesters, farmers, but not growers. It is not us that makes growth happen; that is the work of God. He takes the humble and lifts them up. He takes the seed and grows it by his own precious design into a plant. Does He not do the same for us? This why St. Paul says in our 2nd reading that "we are courageous" and that "we walk by faith, not by sight." We have confidence because it is not up to us to make us grow, become strong or to lift ourselves up... this is the work of God. ............................................................................................................................................................. Nuestra primera lectura del profeta Ezequiel nos recuerda que Dios cambia las cosas, Él hace las cosas a Su manera, "humillo los árboles altos y elevo los árboles pequeños; que seco los árboles lozanos y hago florecer los árboles secos". Jesús nos enseña algo similar en nuestro Evangelio de hoy, cuando dice que las semillas más pequeñas se convierten en las plantas más grandes. Ambas son metáforas de Dios eligiendo a las personas más humildes y convirtiéndolas por Su gracia en una gran nación, un pueblo elegido. Pero es por la mano de Dios que esto se ha hecho, no por nuestros propios esfuerzos. ¿El que siembra la semilla hace crecer la planta? ¿Llamamos cultivadores a los hombres? No, los llamamos plantadores, recolectores, agricultores, pero no cultivadores. No somos nosotros los que hacemos que suceda el crecimiento; esa es la obra de Dios. Toma a los humildes y los eleva. Él toma la semilla y la hace crecer por su propio y precioso diseño hasta convertirla en una planta. ¿No hace él lo mismo por nosotros? Por eso San Pablo dice en nuestra 2ª lectura que "estamos llenos de confianza" y que "Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía". Tenemos confianza porque no es nuestro responsabilidad de hacernos crecer, o ser fuertes o elevarnos. ... esta es la obra de Dios.