Fridays are often dedicated to teh Sacred Heart of Jesus. Today let us reflect upon St. Lutgardis of Aywières, a relatively unknown woman who found herself longing to unite her heart to that of Jesus. She was born in the 12th century, Lutgardis ended up in a Benedictine monastery not because she felt a call to religious life, but because her dowry was lost. This appeared to be a good alternative at the time to maintain her dignity. However, while her intentions for entering were not ideal, she eventually became very devout and started to receive visions of Jesus and his pierced heart. In one of her visions she experienced an “exchange of hearts,” where Jesus asked her: “What, then, do you want?” She said, “I want Thy Heart.” In response, Jesus said, “You want My Heart? Well, I too want your heart.” Lutgardis then proclaimed: “Take it, dear Lord. But take it in such a way that the love of Your Heart may be so mingled and united with my own heart that I may possess my heart in Thee, and that it may always remain there secure in Your protection.” St. Lutgardis of Aywières, pray for us. ............................................................................................................................................................. Los viernes a menudo se dedican al Sagrado Corazón de Jesús. Hoy reflexionemos sobre Santa Lutgardis de Aywières, una mujer relativamente desconocida que se encontró deseando unir su corazón al de Jesús. Nació en el siglo XII, Lutgardis terminó en un monasterio benedictino no porque sintiera un llamado a la vida religiosa, sino porque perdió su dote. Esta pareció ser una buena alternativa en ese momento para mantener su dignidad. Sin embargo, aunque sus intenciones de entrar no eran las ideales, finalmente se volvió muy devota y comenzó a recibir visiones de Jesús y su corazón traspasado. En una de sus visiones experimentó un "intercambio de corazones", donde Jesús le preguntó: "¿Qué, entonces, quieres?" Ella dijo: "Quiero tu corazón". En respuesta, Jesús dijo: “¿Quieres Mi Corazón? Bueno, yo también quiero tu corazón ". Lutgardis luego proclamó: “Tómalo, querido Señor. Pero tómalo de tal manera que el amor de Tu Corazón pueda estar tan mezclado y unido con mi propio corazón que yo pueda poseer mi corazón en Ti, y que pueda permanecer siempre seguro en Tu protección. " Santa Lutgardis de Aywières, ruega por nosotros.