(This weekend at mass please take the time to welcome Fr. Juan Puigbo to Christ the Redeemer. Bishop Burbidge assigned him on Thursday to join our team and he is excited to get to know all his new parishioners. Fr. Moretti and I are grateful for his help!) ... Today's Gospel passage is a great example of prayer. How many times like James and John we find ourselves asking God for something that He does not want for us. Jesus meets their request with gentleness and he corrects them with kindness. He does not make-the example out of them but rather he listens to them and refocuses their request in the correct direction It is only when the rest of the Apostles become indignant that Jesus firmly and persuasively teaches His Apostles that leaders are to be servants and not be the kind of leader that only is out for their own self interests. This passage encourages me. It teaches me that like James and John we should pray with sincerity, be comfortable enough with Jesus to tell him what you really are thinking. At the same time though, this passages teaches me not to be surprised at Jesus response to my requests. He will often take our thoughts and requests in an entirely different direction. Finally of course, the passage teaches me that true leaders are not self-serving but rather sacrifice themselves in the service of others. ............................................................................................................................................................. (Este fin de semana en la misa por favor tómese el tiempo para dar la bienvenida al Padre Juan Puigbo al Cristo Redentor. El Obispo Burbidge lo asignó el jueves para unirse a nuestro equipo y está emocionado de conocer a todos sus nuevos feligreses. El Padre Moretti y yo estamos agradecidos ¡por su ayuda!) ... El pasaje del Evangelio de hoy es un gran ejemplo de oración. Cuántas veces, como Santiago y Juan, nos encontramos pidiendo a Dios algo que no quiere para nosotros. Jesús responde a su pedido con gentileza y los corrige con amabilidad. Él no hace de ellos el ejemplo, sino que los escucha y reorienta su pedido en la dirección correcta. Sólo cuando el resto de los Apóstoles se indignan, Jesús les enseña con firmeza y persuasión a Sus Apóstoles que los líderes deben ser siervos y no ser el tipo de líder que solo busca sus propios intereses. Este pasaje me anima. Me enseña que, como Santiago y Juan, debemos orar con sinceridad, sentirnos lo suficientemente cómodos con Jesús para decirle lo que realmente estás pensando. Sin embargo, al mismo tiempo, este pasaje me enseña a no sorprenderme de la respuesta de Jesús a mis pedidos. A menudo, tomará nuestros pensamientos y peticiones en una dirección completamente diferente. Finalmente, por supuesto, el pasaje me enseña que los verdaderos líderes no son egoístas, sino que se sacrifican en el servicio de los demás.