Shadrach, Meshach and Abednego who were bound hand and foot and thrown into a white hot furnace were more free than the King who ordered their execution. They had freedom of heart, freedom of conscience, and freedom of faith. Nothing forced them to do or say anything that they did not want to do or say. Yet the king was a slave to his own pride of self. His deep need to be adored by all and worshipped and respected led him to try to force these three freemen to act in a false way. They refused to believe and refused to act as if he was a god simply because demanded them to do so. Jesus teaches us this in today's Gospel, "Amen, amen, I say to you, everyone who commits sin is a slave of sin." The men bound and tied were free and the king consumed with his own pride was enslaved. ............................................................................................................................................................. Sadrac, Mesac y Abed-nego, que fueron atados de pies y manos y arrojados a un horno al rojo vivo, eran más libres que el rey que ordenó su ejecución. Tenían libertad de corazón, libertad de conciencia y libertad de fe. Nada les obligaba a hacer o decir nada que no quisieran hacer o decir. Sin embargo, el rey era esclavo de su propio orgullo. Su profunda necesidad de ser adorado por todos y adorado y respetado lo llevó a tratar de obligar a estos tres hombres libres a actuar de manera falsa. Se negaron a creer y se negaron a actuar como si fuera un dios simplemente porque les exigía que lo hicieran. Jesús nos enseña esto en el Evangelio de hoy: "En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado". Los hombres atados y atados quedaron libres y el rey consumido por su propio orgullo fue esclavizado.