(We are open for Public Masses.) As a Catholic Church we love to celebrate birthdays. In fact, most feast days of the saints are celebrated on the day they were "born" into Eternal Life that is the day of their death. In fact, when the Church thinks of birthdays and speaks of birth days, it is almost always in the context of someone being born into eternity, not into this world of our material mortality. There are just 3 notable exceptions. 3 individuals who births were so impactful and important to all humanity that the Church celebrates their birth into this material world. Those three are Jesus Christ, whose birthday is obviously Christmas Day, Dec 25th. Mary, the Mother of God, whose birthday is Sept 8. and finally, the third is St. John the Baptist, whose birthday is today, June 24th. It makes sense that Jesus's birthday was such a pivotal moment in Human history that is should be celebrated, as well as by extension we can see the importance of the Nativity of the Blessed Virgin Mary. Why St. John the Baptist? 2 reasons: 1) He was the only prophet to not only predict the coming of the messiah but to also be the one to point him out, "Behold the Lamb of God." It is said in Luke 7:28 that "among those that are born of women there is not a greater prophet than John the Baptist." Since He was to be the Precursor and Proclaimer, the one to prepare the way for Jesus, it is only fitting that we celebrate his birth as well as His death. 2) A second and slightly more profound reason is because John the Baptist is argued to have been freed from original sin while in the womb of Elizabeth. He encountered Jesus and was baptized by His sacred presence 6 months before he was born into this world. Making him the only other person besides Mary to have been born into this world free from the stain of original sin. Thus, it is fitting that we celebrate this miraculous and most sacred birth. ........................................................................................................................................................ (Estamos abiertos para Las Misas Públicas). Como Iglesia Católica nos encanta celebrar cumpleaños. De hecho, la mayoría de los días de fiesta de los santos se celebran el día en que "nacieron" en la Vida Eterna, que es el día de su muerte. De hecho, cuando la Iglesia piensa en los primeros días y habla de los días de nacimiento, casi siempre es en el contexto de alguien que nace en la eternidad, no en este mundo de nuestra mortalidad material. Solo hay 3 excepciones notables. 3 personas cuyos nacimientos fueron considerados tan impactantes e importantes para toda la humanidad que la Iglesia realmente celebra su nacimiento en este mundo material. Esos tres son Jesucristo, cuyo cumpleaños es obviamente el día de Navidad, 25 de diciembre. María, la Madre de Dios, cuyo cumpleaños es el 8 de septiembre y finalmente el tercero es San Juan Bautista, cuyo cumpleaños es hoy, 24 de junio. Tiene sentido que el cumpleaños de Jesús fue un momento tan crucial en la historia humana que debería celebrarse, y por extensión podemos ver la importancia de la Natividad de la Bienaventurada Virgen María. ¿Por qué San Juan Bautista? 2 razones: 1) Fue el único profeta que no solo predijo la venida del mesías, sino que también fue el que le dijo: "He aquí el Cordero de Dios". Se dice en Lucas 7:28 que "entre los que nacen de mujeres no hay mayor profeta que Juan el Bautista". Como iba a ser el precursor y el proclamador, el que prepararía el camino para Jesús, es lógico que celebremos su nacimiento y su muerte. 2) Una segunda razón un poco más profunda es porque se argumenta que Juan Bautista fue liberado del pecado original mientras estaba en el vientre de Isabel. Encontró a Jesús y fue bautizado por su sagrada presencia 6 meses antes de nacer en este mundo. Convirtiéndolo en la única persona que, además de María, ha nacido en este mundo libre de la mancha del pecado original. Por lo tanto, es apropiado que celebremos este nacimiento milagroso y sagrado.