St. Bridget of Sweden truly is a saint with one foot in each world. She came from a devout Catholic Family and had visions of Jesus from a very young age. She married a Swedish Lord and had 8 children, one of whom is now venerated as St. Catherine of Sweden. At around 30 years old she became the lady-in-waiting for Queen Blanche of Sweden. She and her husband journeyed on a pilgrimage to Santiago de Compostela and a few years later her husband fell ill and died. She became a Third Order Franciscan and devoutly cared for the poor and sick. She established a religious order dedicated to the Most Holy Savior, commonly called the Brigittines. She moved to Rome, continued her tireless care for the poor and sick and she became a champion for church reform including being a major force in urging the papacy to return to Rome from Avignon. Interestingly St. Bridget received many visions and locutions from our Lord and unlike many other mystics who withdrawal from society this spurred her on to go out into the world and keep caring for the poor, righting injustice and spreading the Gospel. ............................................................................................................................................................. Santa Brígida de Suecia es verdaderamente una santa con un pie en cada mundo. Ella venía de una familia católica devota y tenía visiones de Jesús desde muy joven. Se casó con un señor sueco y tuvo 8 hijos, uno de los cuales ahora es venerado como Santa Catalina de Suecia. Alrededor de los 30 años se convirtió en la dama de honor de la Reina Blanche de Suecia. Ella y su esposo viajaron en peregrinación a Santiago de Compostela y unos años después su esposo enfermó y murió. Se convirtió en franciscana de la Tercera Orden y se preocupaba devotamente por los pobres y los enfermos. Ella estableció una orden religiosa dedicada al Santísimo Salvador, comúnmente llamada Brigittines. Se mudó a Roma, continuó su cuidado incansable por los pobres y enfermos y se convirtió en una defensora de la reforma de la iglesia, incluida una fuerza importante para instar al papado a regresar a Roma desde Aviñón. Curiosamente, Santa Brígida recibió muchas visiones y locuciones de nuestro Señor y, a diferencia de muchos otros místicos que se retiraron de la sociedad, esto la impulsó a salir al mundo y seguir cuidando a los pobres, enderezando la injusticia y difundiendo el Evangelio.