I always enjoy reading the Annunciation. Not only is it such an amazing moment in the history of the world, it is also told in such away that really engages my imagination. The 14 year old Mary having this incredibly grace filled moment in prayerful engagement of the Angel Gabriel, where her world is turned upside down is just a few sentences. Though she is confused and probably nervous, I see a young woman of great strength. She ponders what the Angel is saying to her and she finds she has no answers only questions; yet she accepts this new role without really knowing what she going to be asked to endure and certainly without knowing what to do. Today as we celebrate the immaculate Conception, I find myself deeply encouraged. She who is full of grace was nervous and confused. If she who was called to be the Mother of God had fear and confusion then it is not so bad when I feel that way. Life often fills me with fear, confusion... with worry. I know if just like Mary, I am not alone, I do not have to have it all figured out, I just need to faithfully accept each day as it comes. Hail, Mary, Full of Grace. ............................................................................................................................................................. Siempre disfruto leyendo la Anunciación. No solo es un momento tan asombroso en la historia del mundo, sino que también se cuenta de tal manera que realmente cautiva mi imaginación. María de 14 años que tiene este momento increíblemente lleno de gracia en el compromiso de oración del Ángel Gabriel, donde su mundo está al revés, son solo unas pocas oraciones. Aunque está confundida y probablemente nerviosa, veo a una mujer joven de gran fuerza. Reflexiona sobre lo que le dice el ángel y descubre que no tiene respuestas, solo preguntas; sin embargo, acepta este nuevo papel sin saber realmente lo que se le pedirá que soporte y, ciertamente, sin saber qué hacer. Hoy, al celebrar la Inmaculada Concepción, me siento profundamente animado. La que está llena de gracia estaba nerviosa y confundida. Si la que fue llamada a ser la Madre de Dios tuvo miedo y confusión, entonces no es tan malo cuando yo me siento así. La vida a menudo me llena de miedo, confusión ... de preocupación. Sé que si al igual que María, no estoy sola, no tengo que tenerlo todo resuelto, solo necesito aceptar fielmente cada día tal como viene. Salve, María, Plena de Gracia.