Sin begets more sin. When we have done something wrong it is easy for us to do that wrong act again and the more we do it the easier the sin becomes. We can accustom ourselves to sin to the point that we can be completely oblivious to the harm our actions cause ourselves and others. Herod in today's reading demonstrates this for us. He promised to give anything to his step daughter, yet when she asked for the life of John the Baptist, Herod could not see past his oaths. He could have said simply, "No, I will not take this man's life." But instead he promptly sent the executioner. How far we fall. It takes courage to break the cycle of sin. Our salvation is not dependent upon human wisdom... rather on the cross of Christ. Our human weakness has been redeemed by His strength of virtue. We must simply make the choice to turn to Him and away from sin. This takes courage. ............................................................................................................................................................ El pecado engendra más pecado. Cuando hemos hecho algo malo, es fácil para nosotros volver a cometer ese acto malo y cuanto más lo hacemos, más fácil se vuelve el pecado. Podemos acostumbrarnos a pecar hasta el punto de que podemos ser completamente ajenos al daño que nuestras acciones nos causan a nosotros mismos y a los demás. Herodes en la lectura de hoy nos lo demuestra. Prometió darle cualquier cosa a su hijastra, pero cuando ella pidió la vida de Juan el Bautista, Herodes no pudo ver más allá de sus juramentos. Podría haber dicho simplemente: "No, no le quitaré la vida a este hombre". Pero en cambio, envió rápidamente al verdugo. Qué tan lejos caemos. Se necesita coraje para romper el ciclo del pecado. Nuestra salvación no depende de la sabiduría humana... sino de la cruz de Cristo. Nuestra debilidad humana ha sido redimida por Su fuerza de virtud. Simplemente debemos tomar la decisión de volvernos a Él y alejarnos del pecado. Esto requiere coraje.