The Canaanite woman from today's Gospel is on of my favorite of all the unnamed figures in Scripture. When we run across unnamed focal character in scriptures it is often an invitation to imagine ourselves as that person. I really like this amazing woman for three simple reasons. First, she perseveres in her pleading for help despite being seemingly ignored, seemingly cast off, and even seemingly rejected. Second, she does all this not for something for herself but rather for her daughter, How much more dedicated we are when we are interceding for another. Finally, Jesus permits this not as a test of her faith but rather as a lesson to the Apostles who are witnesses of her amazing confidence and dedication in seeking help from Jesus. May we do the same, when we meet adversity in our prayer. Persevere, Intercede for others and not ourselves and permit the Lord to use our witness to teach and inspire others of the importance of fidelity. ............................................................................................................................................................. La mujer cananea del Evangelio de hoy es una de mis favoritas de todas las figuras anónimas en las Escrituras. Cuando nos encontramos con un personaje focal no identificado en las Escrituras, a menudo es una invitación a imaginarnos a nosotros mismos como esa persona. Realmente me gusta esta mujer increíble por tres simples razones. Primero, ella persevera en su suplica de ayuda a pesar de ser aparentemente ignorada, aparentemente rechazada e incluso aparentemente rechazada. En segundo lugar, ella hace todo esto no por algo para ella sino por su hija. Cuánto más dedicados somos cuando estamos intercediendo por otro. Finalmente, Jesús permite esto no como una prueba de su fe, sino como una lección para los Apóstoles, quienes son testigos de su asombrosa confianza y dedicación al buscar la ayuda de Jesús. Que hagamos lo mismo cuando nos encontremos con la adversidad en nuestra oración. Perseverar, interceder por los demás y no por nosotros mismos y permitir que el Señor use nuestro testimonio para enseñar e inspirar a otros sobre la importancia de la fidelidad.