Today's scripture readings are amazing! Peter and John healing a man begging for money infront of the temple and the scene from the Road to Emmaus. In both passages we encounter a simple message. The risen Lord is enough for us. Peter and John say to the man born crippled, I have neither silver nor gold but what I do have, I give to you: in the name of Jesus the Nazorean, rise and walk." What faith they have that Jesus is the answer to this man's problems. Then we have the two journeying to Emmaus, unbeknownst to them listening to Jesus explain the truth of salvation for their thirsting hearts to hear. They are compelled to invite Christ to stay with them. In this simple act of inviting Christ to remain with them; they received a grace unimaginable. The presence of Jesus Christ revealed before them and their hearts which were burning with the truth left transformed from this encounter just as did the man born crippled. Invite Christ into your homes! We have nothing, yet if we have Jesus we have everything. Let your heart be aflame with the joy of Easter and accept the gift of Jesus to come and stay with you in your home. .......................................................................................................................................................... ¡Las lecturas de las Escrituras de hoy son increíbles! Peter y John curan a un hombre que pide dinero delante del templo y la escena del camino a Emaús. En ambos pasajes encontramos un mensaje simple. El Señor resucitado es suficiente para nosotros. Pedro y Juan le dicen al hombre lisiado: “No tengo plata ni oro, pero lo que sí tengo, te lo doy: en el nombre de Jesús, el Nazareno, levántate y camina”. ¿Qué fe tienen en que Jesús es la respuesta? Los problemas de este hombre. Luego tenemos a los dos viajando a Emaús, sin que ellos lo supieran escuchando a Jesús explicar la verdad de la salvación para que sus corazones sedientos oyeran. Están obligados a invitar a Cristo a quedarse con ellos. En este simple acto de invitar a Cristo permanezcan con ellos, recibieron una gracia inimaginable. La presencia de Jesucristo se reveló ante ellos y sus corazones que ardían con la verdad quedaron transformados de este encuentro al igual que el hombre nacido lisiado. ¡Inviten a Cristo a sus hogares! No tenemos nada, sin embargo, si tenemos a Jesús, lo tenemos todo. Deje que su corazón se inflame con la alegría de la Pascua y acepte el regalo de Jesús para venir y quedarse con usted en su hogar.